La meteorología es uno de los factores más influyentes en el Mercado Central de Buenos Aires.
Las lluvias provocan el cese de ventas en forma casi inmediata. Luego aunque las condiciones del tiempo mejoren, el público no vuelve hasta el día siguiente.
En gran medida eso es lo que sucedió esta semana que acaba de cerrar.
Hubieron días de venta que comenzaban con fuerte presencia de compradores, que se vieron interrumpidos por las lluvias.
Así la semana fue transcurriendo con falta de continuidad en la demanda y por lo tanto de previsibilidad.
Los stocks se fueron acumulando y se pueden encontrar lotes de una semana o más de antigüedad.
En cuanto al análisis de productos en particular, destaca la falta de melones en buen estado y bien trabajados.
La situación del tomate, no se pudo sostener debido al fuerte ingreso desde las zonas productoras.
Muchos operadores ante el buen precio que se obtenía, se apresuraron en hacer pedidos al campo de cualquier clase de tomate, mucho del cual es de calidad industrial.
El resultado es que se inundó la plaza y el precio se desplomó entre un 50 % y 60 %.
El viernes por la tarde había tomate perita en mal estado por todos lados y se prevee mucho repaso para la semana que entra.♦
Desde el Mercado Central.
Miguel R. Montoro
DistroFoods